La negociación del convenio colectivo de los trabajadores del Ayuntamiento “se está convirtiendo en una auténtica locura”. Así se expresan ya sin tapujos algunos de los delegados sindicales que participan en las conversaciones con el actual equipo de gobierno. Después de 21 meses de reuniones bilaterales, el pacto laboral sigue sin firmarse. Y no parece que el acuerdo vaya a ser inminente.
Las posturas de las partes sobre los puntos más importantes del acuerdo siguen sin variar de forma significativa. Respecto a anteriores convenios colectivos, la negociación del actual se está convirtiendo en toda una odisea debido a la heterogeneidad del actual equipo de gobierno, según explican fuentes de los trabajadores. “Todo cuesta en esta ocasión mucho más, cualquier movimiento que se produzca en la negociación lo deben consultar y al final siempre existe un escollo que retiene un acuerdo”, explican con desespero fuentes del comité de personal.
Por otra parte, el actual proceso de negociación colectiva se produce en un momento en el que el Ayuntamiento tiene disponibilidad económica para atender las peticiones de la parte sindical, aseguran los trabajadores. La cerrazón del equipo de gobierno Frankenstein a la hora de aceptar las demandas del comité se explica esta vez aún menos, ya que existen los medios económicos para atender las demandas, agregan. Los negociadores más veteranos de la junta de personal aseguran que es la primera vez que un gobierno local no acepta las reivindicaciones de los trabajadores por motivos ideológicos, y no económicos.
La negociación del convenio está parada por tres razones fundamentales. Los delegados del comité denuncian que el Consistorio se propone eliminar el Fondo de Acción Social (FAS) instaurado hace unos 20 años. Se trata de una bolsa de dinero de tan solo 300 euros a disposición de los trabajadores para sufragar gastos médicos extraordinarios.
Este fondo está en suspenso desde el año 2012, debido a las restricciones presupuestarias, pero en este momento el Ayuntamiento tiene sus cuentas saneadas y podría volverlo a instaurar si tuviera la voluntad política de hacerlo, insisten desde fuentes sindicales.
Por otra parte, tampoco hay acuerdo para reducir a 8 horas la jornada de los agentes de la Policía Municipal, algo que propone el Ayuntamiento. Hasta ahora los guardias vienen realizando una jornada de ocho horas y media al día, lo que les permite ir acumulando horas que posteriormente canjean por días festivos. El equipo de gobierno está empeñado en que los policías realicen solo 8 horas, algo que no ha sido bien recibido por la plantilla de uniformados.
También el equipo municipal de gobierno plantea quitar el incentivo por jornada partida a unos 80 profesores de la Escola Illa y la Escola de Música, algo a lo que se oponen los docentes y el comité de personal. Existen varias sentencias judiciales que confirman el derecho de los educadores a percibirlo.