EL FIN DE LAS CLASES MEDIAS.

En España, antes de la última guerra civil, no existía una clase media propiamente dicha, era un país básicamente rural donde la división social lo era en las zonas rurales entre señores por un lado y sirvientes y braceros por el otro; mientras que en las pocas zonas industriales (Barcelona y Bilbao) la división social lo era entre propietarios y proletarios, de hecho incluso las diversiones eran diferentes, tanto en los pueblos como en las ciudades había el casino de los señores y el casino del pueblo llano, y ni a los unos se les ocurría entrar en el de los otros, ni los otros se les ocurría entrar en el de los unos.

A la Universidad llegaban cuatro y todos de las clases altas, solían haber más plazas a opositar que opositores para cubrirlas, con lo cual las clases altas tenían garantizado el tener al menos a uno de sus hijos en un alto cuerpo de la Administración del Estado incluído el Ejército.

Las clases medias en España fueron una creación del franquismo, sólo hay que ver lo que era el cuerpo de catedráticos de instituto, no era tanto en la retribución económica como en el estatus  y posición social que se alcanzaba. Las clases medias son también básicamente quienes se cargaron el franquismo, el rápido desarrollo del país hizo que estas gentes no se sintieran ya identificadas con su creador.

¿Y las clases populares?.

Dentro de la mejoría general del país y de las migraciones interiores del campo a las ciudades, las clases trabajadoras entendieron rápidamente que el ascenso social de sus hijos vendría de manos de la educación y gota a gota empiezan a llegar a la universidad  algunos hijos de trabajadores junto con muchos hijos de las clases medias, éstas básicamente funcionariales.  El aumento de estudiantes hace que a finales del franquismo empiecen las reformas  que una tras otra hasta ahora han ido degradando la enseñanza. El bachillerato francés o republicano, llamado así porque tenía como modelo el mismo en el que se educaban las élites de la república francesa, se cambió por el BUP, que no era sino una  continuación de la EGB.   A medida que los Institutos iban  masificándose y convirtiéndose en un extensión del colegio el nivel fue bajando, y así, a la universidad año tras año fue llegando gente con un nivel cultural general cada vez más bajo, hasta el extremo de que la mayoría de carreras de letras de ahora valen mucho menos que aquel bachillerato francés que se cursaba de los 10 a los 17 años y hasta el extremo, que puede apreciarse perfectamente, que mucha gente pasa por la universidad como la luz pasa por el cristal, es decir, sin dejar huella.

Este sistema de graduados y másteres semianalfabetos funcionales se ha podido mantener hasta hace bien poco, pero la era de internet y la globalización ha terminado con ellos. Toda esta gente no tiene cabida en el mundo laboral ni por abajo ni por arriba.

Por abajo porque para un simple puesto de cajera en un supermercado han de competir con la inmigración masiva, que viene con muchas ganas de trabajar y en general su nivel cultural supera con creces a la  mayoría de gentes del país, la mayoría de los inmigrantes no desperdician cualquier oportunidad que se les presente para poder prosperar.

Por arriba, porque estando masificadas todas las carreras, sólo aquellos bien apadrinados social o políticamente pueden aspirar a lo que todos aspiran y no consiguen: un buen puesto de trabajo bien retribuido y de aquello para lo que se han formado, algo que ya no existe. El sistema de mérito y capacidad ha sido sustituidos por el sistema de cooptación.

Algunos hijos de clases trabajadoras han empezado a ver la trampa y la mentira: La enseñanza media es muy deficiente, la universidad sólo es una extensión de la enseñanza media, el grado no vale para nada si no va acompañado de un master privado que pocos pueden pagar. El master privado que pocos pueden pagar tampoco vale ya nada si al final de todo ello no hay cooptación. Algunos hijos e hijas de la clase trabajadora han encontrado sus posibilidades de promoción económica participando en alguno de los muchos programas y realitys de la Televisión basura. Otros lo han encontrado como youtubers. Saben perfectamente que nunca prosperaran como prosperaron sus padres, simplemente trabajando.

Respecto de los hijos de las clases medias que son los que sacan su malestar a la calle al descubrir que no alcanzarán el nivel económico de sus padres, su futuro es la desaparición como clase social. El globalismo nos ha llevado a todos al socialismo igualitario por la puerta de atrás, en poco tiempo y la Pandemia ha ayudado mucho, el sistema económico y social sólo lo compondrá el gran capital que representan  los grandes magnates y los grandes fondos de inversión y el resto de la población, más o menos ilustrada, quedará toda proletarizada.

El futuro ya ha llegado.

Svetlana Petrova (socióloga)

Por Svetlana Petrova

Socióloga