WAG THE DOG.

Wag the dog es un film de 1997 estrenado en España con el título de «Cortina de humo» con Robert de Niro y Dustin Hoffman como actores principales.

El argumento, aunque simplón y en clave de comedia, es inteligentemente desarrollado en un momento en que aún no existía la realidad virtual pero donde ya se apuntaban técnicas eficaces de manipulación de masas.

El Presidente de un país muy importante es pillado in fraganti en una situación escandalosa en el despacho oval con una becaria en plena campaña electoral para su reelección.

Para tapar el escándalo decide inventarse un conflicto que desvíe la atención de la prensa, por lo que uno de sus asesores se pone en contacto con un productor de Hollywood a los efectos de estudiar cómo podría crearse una «cortina de humo» que distraiga al personal. Tal cortina de humo acaba siendo una guerra inexistente en Albania, país entonces prácticamente desconocido, guerra a la que el Presidente pueda poner fin heroicamente ante las cámaras de televisión.

Se crea una guerra ficticia, con un tema musical y una falsa filmación. El engaño es inicialmente exitoso, con el Presidente ganando terreno rápidamente en las encuestas, momento en que los servicios de inteligencia del país, que están a favor del otro candidato a la presidencia, se enteran del complot, y de entrada no lo impiden sino que envían a uno de sus agentes a confrontar con el productor sobre el engaño, tras lo cual acaban convenciendo al cineasta productor que revelar el engaño iría contra los intereses del país, de los propios servicios de inteligencia, e incluso contra el propio productor.

Cuando los servicios de inteligencia, en connivencia con el candidato rival del Presidente, informan a la Nación que la guerra en Albania ha terminado, los medios vuelven a centrarse en el escándalo sexual nuevamente, por lo cual se vuelve a contactar con el cineasta productor para contrarrestar esto, el productor se inventa un «héroe», un soldado que ha quedado atrapado tras las líneas enemigas en Albania, con la idea de que fue descartado como un «zapato viejo», y piden al Pentágono que proporcione un soldado de las fuerzas especiales con un nombre coincidente sobre el cual se construye una narrativa de prisionero de guerra.

Como parte del engaño, un conocido cantante de folk graba una canción llamada «Good Old Shoe», que se coloca en un disco de 78 rpm, envejecido prematuramente para que los oyentes piensen que se grabó años antes y que se envió a la Biblioteca del Congreso para ser «casualmente encontrado». Tras colocar un par de zapatos viejos en un cableado eléctrico y la emisión por Televisión de la historia e imágenes del supuesto prisionero, y los supuestos zapatos viejos, con la canción folk como banda sonora, ocurre lo previsto, una gran cantidad, decenas de miles de pares de zapatos viejos comienzan a aparecer colgados en los cables telefónicos y las líneas eléctricas, sobre los cuales se afianza un movimiento de masas que pide al Gobierno el rescate del soldado prisionero en Albania.

Cuando el equipo hace ver que va a recuperar al supuesto «héroe», descubren que, de hecho, es un convicto del ejército criminalmente loco, cuyo comportamiento hace que en el supuesto regreso, su avión se estrella camino a la Base aérea. El equipo sobrevive y es rescatado por un granjero, un inmigrante ilegal al que se le otorga la ciudadanía por via expédita para una mejor historia.

Sin embargo, el «héroe» muere después de intentar violar a la hija del dueño de una gasolinera. Aprovechando la oportunidad, el productor organiza un elaborado funeral militar alegando que el «héroe» murió por las heridas sufridas durante su rescate.

Y es aquí donde surge el problema, cuando el cineasta productor se siente frustrado porque los medios de comunicación atribuyen el auge del Presidente en las encuestas al insípido lema de la campaña de «No cambies de caballo a mitad de carrera» en lugar de al arduo trabajo del productor, el cual quiere y reclama el reconocimiento público a su trabajo y afirma que revelará su participación en el engaño a pesar de la oferta que le hacen de nombrarle embajador y la advertencia de que está «jugando con su propia vida».

Después de que el productor se niegue a cambiar de opinión, los servicios de seguridad del Presidente reciben la orden de «eliminarlo», terminando la película con un telediario en el que entre otras noticias como la reelección con éxito del Presidente y un atentado reivindicado por una organización terrorista albanesa, se informa al público que un conocido cineasta de Hollybood ha fallecido en su casa de un ataque al corazón,

Presidente reelegido y asunto cerrado.

Por Redacció