الرجل عنده الساعة ولكن الوقت لله

El hombre tiene el reloj, pero el tiempo pertenece a Alá, proverbio árabe.

La casa de los relojes o la casa de las horas, así podría llamarse por tener sus paredes cubiertas de estas preciosas obras, de las cuales aquí aportamos sólo unas muestras, frutos de la paciencia y el buen hacer de su autor. No fue fácil encontrar los planos de tales obras, hubo de adquirirlos de Estados Unidos, do0nde estas actividades tienen todo un mercado de buenos aficionados y mueven cientos de miles de dólares.

Aún así los planos originales eran para obra «calada», y no era eso lo que se pretendía, por ello, de tales planos originales, de gran tamaño, se hicieron copias del derecho y del revés, en una papelería local, se pusieron a buen recaudo los originales y se trabajó sobre las copias para poder pasar del sistema de «calado» al sistema de superponer sobre el no calado finísimas láminas sí caladas, obteniéndose los resultados que son de ver en las fotografías.

Primero un prototipo de madera corriente de marquetería, muy bonitos por cierto. Montado y probado el prototipo, se construye después el original en maderas nobles, finas láminas en maderas nobles, prensadas unas y prensadas y caladas otras y todo ello prensado y unido después, recibiendo por último una fina capa de barniz, todo ello laboriosamente a mano tras muchas horas de trabajo buscando la perfección.

Por Antonio