(La subfertilidad es la dificultad, que no imposibilidad, de conseguir gestaciones después de una cantidad de tiempo normalmente esperada teniendo relaciones sexuales sin protección. Cuando la concepción lleva más tiempo que el promedio. La subfertilidad puede deberte tanto a la infertilidad como a la esterilidad.)

Al estrepitoso descenso de la natalidad en España, conocemos ahora, de la mano de estudios de andrólogos, la preocupante disminución de la calidad del semen que evidencian los seminogramas.

A aquel mito o leyenda urbana que aseguraba mayor concentración espermática de quienes no usan ropa interior ni pantalones ajustados que no parecía afectar a la fertilidad masculina, ahora resulta que el culto al cuerpo, en determinadas condiciones, ponerse musculoso, cachas, tomar anabolizantes y esteroides, y, tratarse la calvicie, consumiendo determinada sustancia, puede conducir temporalmente a la infertilidad, ya que baja la concentración de espermatozoides y su motilidad.

Ese no es el único factor, ya que según los expertos, se apunta también el estilo de vida, más sedentario, las dietas no equilibradas, la obesidad, el consumo de tóxicos, la contaminación atmosférica, y también la exposición a elevadas temperaturas.

Con la que está cayendo, con registros tórridos cercanos a los 45 grados, según los especialistas, la fertilidad masculina puede estar en riesgo.

Parece que la moda, el culto al cuerpo, trastornos como la vigorexia, la influencia de estereotipos de género, roles, modelos, cánones de belleza, el estilo de vida, las costumbres actuales y la climatología están reñidas con la fertilidad masculina.