Que no, que no hace falta ir a la costa para pasarlo bien, que este año la costa está llena hasta la bandera, siendo tanta, tanta la cercanía entre las gentes, que en septiembre posiblemente veamos colas de divorcistas en los despachos de abogados. La costa, más que un placer y un descanso en agosto,  se ha convertido en una jungla donde hay que madrugar y luchar por plantar una sombrilla, dificultad tanto o más grande como aquella de “poner una pica en Flandes”.

Pero no desesperemos, no es necesaria la costa, ni sus colas ni sus achuchones, para poder disfrutar de una excelente y sencilla sardinada. En hoy comemos en casa tenemos ese plato  magnífico, sencillo  y muy sabroso a base de pescado azul,

SARDINADA AL HORNO

INGREDIENTES:

Sardinas frescas, un par de rodajas de limón, ajo, perejil, sal gorda y aceite de oliva.

HACEMOS:

En primer lugar, tras quitarles las escamas, abriremos las sardinas por mitades longitudinales y las limpiaremos y quitaremos la cabeza y las raspas. Luego las pondremos   en bandeja de horno previamente cubierta con papel sulforizado sobre el cual quedarán extendidas las sardinas cortadas en la forma dicha y añadiremos el par de  rodajas de limón así como espolvorearemos sobre las mismas el ajo y el perejil cortados en trocitos muy pequeños para finalmente regarlas con un chorreoncito de aceite de oliva.

Pondremos la bandeja al horno precalentado a 180 grados y la dejamos el tiempo necesario, unos minutos,  hasta que veamos que las sardinas estás doradas, momento en que ya las tenemos.

Un plato rico y saludable.

Como bebida, una copa de vino blanco, un buena cerveza o incluso , como en el caso de hoy, una buena copa de cava.

A la mesa y buen provecho.