La inteligencia artificial se filtra en todos los ámbitos y aspectos de la vida. Ahora se habla de robots de acompañamiento para cuidar a las personas mayores y paliar su soledad no deseada causante de muertes prematuras y de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, infartos, ictus, demencia y problemas de salud mental por depresión.
El ser humano, ontológicamente es sociable.
Cuando falta la relación social se inicia un bucle de autoabandono con pérdida de hábitos saludables y se acentúa el aislamiento.
Cabe preguntarse si la inteligencia artificial puede llegar a suplir el contacto humano.
Lo cierto es que la interacción humana no se basa en el mero contacto físico o en la compañía de una mascota inteligente, sino en otros factores como la empatía, el cariño, el afecto, la dulzura, el intercambio de sentimientos. Amén de las implicaciones éticas.
La decisión de la Generalitat de Cataluña de destinar dinero de los Fondos Nex Generation EU en la compra de robots para ancianos que viven solos es harto criticable e invita cuando menos ana reflexión.
No sería más acertado destinar fondos públicos para las prestaciones y ayudas a la Dependencia, especialmente de los más vulnerables económicamente, para crear Residencias Geriátricas bien equipadas, dignas, adecuadas y asequibles ante el progresivo envejecimiento de la población y la prolongación de la esperanza de vida. ¿No es más sensato invertir en la dignidad para paliar los cuidados y combatir la soledad no deseada.? Les prohibimos a los niños y adolescentes el uso de la tecnología, de las pantallas, de los móviles, y, a su vez, implementamos los robots para los abandonados ancianos.
El manto social protector que ejercen la familia y los amigos es lo más relevante para prolongar la vida.
Niños, adolescentes y ancianos necesitan cuidados, amor, cariño, acompañamiento, interacción y contacto humano. La tecnología puede ayudar pero no suplir las carencias derivadas de la ausencia del calor humano, de la traslación de sentimientos.
José María Torras Coll
Sabadell