Se ha cumplido ya más de un año desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania y el asunto parece que va para largo, guerra de tanteo y desgaste para la guerra mayor que se avecina para después, algo parecido a lo que pasó con nuestra guerra civil. Por ello, en el presente artículo nos retrotraemos a los orígenes históricos del conflicto sin cuyo conocimiento es muy difícil interpretar correctamente la situación actual.

¿Qué es Ucrania? y ¿ Qué es Rusia?

El germen de Rusia es la «Rus» de Kiev y Kiev es la capital de Ucrania, es decir, Rusia nace en la Rus de Kiev, Rusia nace en Ucrania.La población de gran parte del este de Europa, Rusia y Ucrania incluidas, es eslava, sin embargo, como toda Europa, a lo largo de su historia ha estado sometida al empuje de grandes movimientos migratorios y conquistas. Durante la Edad Media se produjo una invasión gradual por parte de los «Vikingos Varegos». Los vikingos tenían la costumbre periódica de salir en sus barcos a saquear, alternando guerra y comercio. Y Rusia tenía ríos, así navegando a lo largo de los ríos, los varegos llegaron a las puertas de la misma Bizancio, comerciando y saqueando alternativamente. Tal era su ferocidad como guerreros que el emperador bizantino llegó a contratarlos como tropas de choque y como guardia personal, la «Guardia Varega».

Estos vikingos no vivían continuamente en Bizancio, sino que servían al Emperador y al finalizar o cuando se cansaban volvían con los suyos. Llegado un momento, uno de estos nobles varegos, Rurik, se establece en Kiev y funda  la Rus de Kiev,  un principado en Ucrania con gobernantes vikingos pero altamente orientalizados por su contacto con Bizancio, y con una población mayoritariamente eslava. Esta “Rus”, nacida en Ucrania, es la que da nombre a todo un país, Rusia.

Posteriormente estos gobernantes rurikidas que aunque ya rusos y de idioma ruso, eran de ascendencia varega, vikingos, dividieron los territorios de la Rus de Kiev en diversos principados, donde la mayor parte de la población estaba constituida por campesinos eslavos, siervos de la gleba, como en toda la Europa medieval, gobernados por un reducido grupo de nobles terratenientes, los boyardos, mayoritariamente varegos, pero que también podían proceder de antiguos señores eslavos (la misma distinción que en la España altomedieval existía entre nobleza goda e hispanorromanos). El ejército era totalmente varego. De entre todos estos principados, el de Novgorod fue anexionándose todo el territorio ruso (Ucrania incluida), pero manteniendo a los príncipes locales como vasallos.

Entre tanto, los gobernantes varegos habían adoptado el cristianismo ortodoxo  y el sistema de escritura cirílica, basada en el alfabeto griego;  algo normal si consideramos el continuo contacto comercial y militar entre varegos y Bizancio, siendo lógico que los misioneros entre esas gentes fueran griegos y no latinos. Varegos y eslavos consideraban a  los bizantinos como  “Romanos” y a sus gobernantes «Césares»,  para ellos, Roma era Bizancio, la legalidad romana tras la caída del Imperio de Occidente estaba en Bizancio, no en una Roma gobernada por bárbaros. Posteriormente, tras la caída de Constantinopla, el Tsar (Cesar) de Moscú y los obispos moscovitas  establecieron que la nueva Roma era Moscú, es decir, se consideraban herederos de Roma tras la desaparición de la primera Roma,  y la de Bizancio, la segunda Roma. Algo parecido a lo que ocurrió en Occidente con el Imperio Carolingio y después con el Sacro Imperio Romano Germánico.

Estando así las cosas se produce la invasión mongol. Los príncipes rusos (varegos rurikidas) se mantuvieron en su puesto, pero aceptando un vasallaje a la Horda de Oro, a la cual pagaban un tributo anual; a su vez, los mongoles respetaron la religión y a los gobernantes locales. Todavía como vasallos de la Horda de Oro, el Principado de Moscú comienza a adquirir más importancia respecto al resto de principados, hasta que llega un momento en que expulsa o rompe su pacto de vasallaje respecto a la Horda de Oro, a la que acaba expulsando del resto de principados rusos e incluso termina absorbiendo a la población mongol (de ahí que los rubios eslavos rusos posean ojos achinados como Putin o el ajedrecista Karpov).

Entonces, ¿qué diferenció a Rusia de Ucrania?

La religión.

Alemania se había salvado del empuje de la Horda de Oro y el báltico estaba poblado por paganos, entre otros los polacos y los livones; los rusos todavía les caían muy lejos a los alemanes porque aunque ortodoxos, eran cristianos.

En vez de irse para las cruzadas a recuperar Jerusalén, los caballeros teutones (alemanes) solicitan del Papa que declare otra cruzada contra los paganos del Este; el Papa ya había declarado una cruzada contra los musulmanes en España y posteriormente declararía otra contra los albigenses en Francia. Fruto de esta expansión alemana nació Prusia cuando uno de los maestres de la orden decidió colgar los hábitos y en vez de maestre se nombró rey; y dentro de Prusia estaba lo que más tarde se conoció como Prusia Oriental (de ahí los nombres eslavos de muchos militares alemanes, como Klausewitz, apellido claramente polaco).

Fruto de esto, Polonia y los países bálticos terminaron convirtiéndose al cristianismo católico. Ahora ya había una frontera en el Este entre católicos y ortodoxos  y  esa frontera  era Ucrania.

En el imperio ruso, pues el príncipe moscovita ya se denominaba Zar(Tsar, César), todavía quedaban restos de antiguos miembros de la Horda de Oro, los tártaros de Crimea, que se habían convertido al Islam; y los cosacos, estos más que un pueblo en sí, eran una forma de entender la vida, una cultura que vivía  a lo largo de los ríos, heredando el espíritu marinero de los varegos y el espíritu guerrero, nómada y libre de vikingos y mongoles;  nunca crearon un estado, pero los hombres en edad de combatir, anualmente se reunían  en repúblicas de cosacos, regidas por un Atamán o jefe militar que era elegido democráticamente a mano alzada y que igualmente podía ser depuesto bien en combate singular o por votación si alguien estaba disconforme con su dirección en la guerra. Tras diversos enfrentamientos con Rusia, llegaron a un “acuerdo de fidelidad al Zar”,  acuerdo que mantuvieron hasta la caída del último Romanov, igual que anteriormente la Guardia Varega fue fiel a Bizancio.

La paz con los rusos dejaba a los cosacos libres para combatir contra los que ellos consideraban infieles, polacos y livones, católicos, así como contra los turcos, islámicos. Polonia era atacada  casi cada año, saqueando, violando, tomando prisioneros que esclavizaban ellos mismos o vendían como esclavos a los turcos. Y a los turcos les atacaban también periódicamente navegando a través de los ríos, así estos cosacos, del Dnieper (zaporovios), del Don, del Kuban, serán enemigos férreos  de Polacos, Livones, Turcos, Tártaros y Teutones, posteriormente Alemanes.

El reino de Polonia, confederado con Livonia, tuvo cierto esplendor en la Edad Media y principios de la moderna; fue el  rey católico Juan Sobieski,  apoyado por tropas españolas,  quién  salvó Viena de la invasión turca. A Polonia y sus famosos húsares alados, no les sentaban bien las correrías cosacas,  así que Polonia invadió territorios cosacos, de esta forma, en esas zonas,  quedaban poblaciones mezcladas de rusos, alemanes, cosacos y polacos,  unos católicos y otros ortodoxos.

Posteriormente Polonia desaparece como país y su territorio es repartido entre sus vecinos (Prusia, Rusia, Austria), lo que conlleva en la zona de Rusia, la existencia de unas poblaciones mayoritariamente católicas y de alfabeto latino, incluso de lengua polaca o alemana, mientras la inmensa  mayoría del imperio era de población ortodoxa y de alfabeto cirílico, si bien nadie dudaba de ser ruso.

Con la 1ªGM, la revolución y el asesinato de los zares, si bien muchos generales zaristas se rebelan contra los soviéticos, no existió unidad de acción porque  tampoco hubo unidad de liderazgo; así Manrheim dirige la Guardia Blanca en Finlandia y termina separándose de Rusia;  igual ocurre en Ucrania, donde no combaten  dos ejércitos, sino hasta cuatro:  la Guardia Roja Bolchevique, los Guardias Blancos (zaristas), la Guardia Negra (anarquistas de Makhno) y el Ejército Verde (campesinos), e incluso una República Cosaca, caos que facilitó la victoria del Ejército Rojo.

Salvo los rojos, los blancos y los cosacos del Don, todos los demás deseaban separarse de la Unión Soviética (que pugnaba por todas las Rusias, pero soviéticas). La población de origen polaco estaba dividida entre los que querían permanecer en Rusia y los que no. La población de origen alemán igual. La población cosaca era voluble, desde oponerse a los rojos, hasta proclamar su propia república o luego pasarse a los rojos; los cosacos zaporovios eran independentistas pues ya no debían obediencia al zar, y los del Don eran prorusos (los mismos que ahora combaten por el Donetsk).

La población que ahora llamaríamos ucraniana étnicamente, también estaba dividida, habiendo independentistas y prorusos. Lo mismo podría decirse de los judíos y en cuanto a  los tártaros de Crimea, éstos querían su propia república. Ese fue el caos de la revolución y la Guerra Civil Rusa (que ahora los ucranianos llaman de independencia).

Con la salida de la IªGM, el gobierno bolchevique cede gran parte de sus territorios a Alemania. Esos territorios eran parte de Ucrania.

Con la paz en la IªGM, Alemania pierde esos territorios (y tambien parte de Prusia Oriental) y se crea el Estado de Polonia.

Ahora Ucrania ha perdido su población polaca y alemana con lo cual se produce un reequilibrio de fuerzas y los prorusos en Ucrania ya no son mayoría aplastante.

La llegada de Stalin al poder supone  la deportación a Siberia de poblaciones enteras, los tártaros de Crimea los primeros, con lo que Crimea queda étnicamente rusa, además de formar parte administrativamente de la URSS. Tras ello, vino la deportación de poblaciones enteras de cosacos, ya que son volubles y unos han sido blancos, otros verdes, otros independentistas ucranianos o de la república cosaca y si se han pasado a los rojos ha sido por pragmatismo al variar el resultado de la guerra (lo narra muy bien la novela el Don Apacible).

Con los planes quinquenales vino la hambruna al campo, muriendo millones de personas (el famoso holodomor, que para los independentistas ucranianos fue un genocidio intencionado y provocado por Stalin contra el pueblo ucraniano), por lo que la invasión de la URSS por Alemania conllevó que los independentistas ucranianos viesen en el canciller alemán a  un libertador, como también lo vieron así los restos de los rusos blancos y los cosacos, por no decir nada de los alemanes.

Así se crean unidades de las Waffen SS compuestas por ucranianos, incluso unidades de cosacos dirigidos por sus propios atamanes y que curiosamente los alemanes jamás utilizaron en combate, solo para desfiles, pues no se fiaban de ellos,  despreciando una caballería excelente y una tropa muy profesional pues para un cosaco la guerra era su medio tradicional de vida.  Por supuesto también había policía y guardias ucranianos en los campos de concentración.

Terminada la guerra, Stalin ordena nuevas deportaciones a remotos confines de la Unión Soviética, nuevo reequilibrio de fuerzas que  incrementa el odio entre una parte de la población ucraniana y los soviéticos.

A Stalin le sucede Krushev (ucraniano) y  la primera medida de un presidente ucraniano de la URSS es quitarle Crimea a Rusia para dársela a Ucrania.

Crimea, sin tártaros,  es  rusa étnica y políticamente, nunca fue ucraniana hasta Krushev.  Esta pertenencia de Crimea a Rusia o a Ucrania era intrascendente mientras ambas repúblicas estaban en la Unión Soviética (mismo país), pero si ambas repúblicas se separan la situación de los habitantes de Crimea varía.

La caída de la URSS implica que los habitantes de Crimea piensen que ellos son rusos, no ucranianos. En el Donbass pasa lo mismo,  son cosacos del Don y rusos,  se consideran con el derecho a permanecer en Rusia.

Tras Gorvachov, el hombre que abrió el régimen, que intentó democratizarlo desde dentro, que contribuyó a la desescalada de la guerra fría y a la caída del muro de Berlin, Yeltsin con su “que cada cual se independice y tome tanta libertad como sea posible» trae el caos a las repúblicas que conformaban la URSS.

A día de hoy Rusia  tiene un líder fuerte, se ha recuperado económica y militarmente y  vuelve a ser una superpotencia, tiene petróleo y sobre todo tiene el gas que llega a Europa principalmente a través de un gaseoducto que pasa por Ucrania.

¿Quién apoya a Ucrania y  a Bielorusia (Bielorusia significa Rusia Blanca)?

La Unión Europea, es decir, Alemania,  primero la Alemania de Helmut Kohl y luego la de Merkel. Con ello Alemania apoya a sus antiguos aliados, a Ucrania en la esfera de la antigua Unión Soviética y a sus aliados  croatas y eslovenos. Alemania, con su reconocimiento y apoyo a la secesión de Croacia y Eslovenia dinamitó Yugoslavia e indirectamente provocó la guerra de los Balcanes; y Alemania apoyando  las manifestaciones antirusas provocó la caída del gobierno legitimo ucraniano. Alemania también lo ha intentado en Bielorusia. Alemania está intentando por otras vías conseguir su anhelo histórico: ampliar su área de influencia al Este, el “Espacio vital” del pueblo alemán (la partición en 1939 de Polonia entre Rusia y Alemania supuso  que ambos países  recuperaban lo que habían perdido tras la IªGM, sin embargo Alemania quería más, había población alemana en Rusia y Ucrania, y  debían ser alemanes).

En cuanto a las cuestiones religiosas, Ucrania está dividida entre ortodoxos (sobre todo rusos) y uniatas (católicos pero de rito oriental). El clero uniatas, aunque respeta la autoridad del Papa, viste como los ortodoxos, lleva largas barbas y son los únicos curas católicos que pueden casarse, entre otras diferencias.

En lo militar,  ya no existe rivalidad entre capitalismo y comunismo como antaño. Pero Estados Unidos se empecinó en seguir considerando a Rusia como enemigo, y Ucrania y los países bálticos ven en la OTAN su salvación.

Los rusos no ven con buenos ojos la entrada de Ucrania y las republicas bálticas ni en la UE ni en la OTAN, lo consideran una amenaza y una provocación.

Esto no hubiera tenido consecuencias con una Rusia débil y arruinada como la de Yeltsin, pero es que ahora Rusia es de nuevo una potencia (tal vez por detrás de China y Estados Unidos,  pero es una superpotencia que va por delante de China en armamento nuclear.

La cuestión es que es la «Rus de Kiev» el germen de Rusia y tanto Ucrania como la Rusia Blanca (Bielorusia) formaban parte de Rusia.