La teoría del segundo frente es muy antigua y se basa en la necesidad de que una nación en guerra con otra  u otras naciones intente aliviar la presión bélica que sobre ella se ejerce provocando un segundo frente consistente en  actividad bélica en la retaguardia del país atacante que le obligue a distraer fuerzas del frente principal al frente secundario de manera que el frente principal quede debilitado.

Un ejemplo de ello lo tenemos en la IIªGM, en la insistencia de Stalin para que los aliados iniciaran la invasión de Europa, frente del Oeste, que aliviara la presión  que sobre el frente del Este ejercía el ejército alemán y sus aliados.

Nadie podía pensar antes de la Pandemia que volveríamos a ver una guerra en Europa, la mal llamada guerra de Ucrania, de hecho en los altos círculos de poder ya se admite que el mundo está en guerra, no olvidemos que el frente del Este no está tan lejos, sólo 3.116 kilómetros separan Barcelona de Kiev, muchos menos de los 4.672 kilómetros que  separan San Francisco de Nueva York.

La pregunta que hemos de hacernos es la siguiente:

¿Tendría necesidad Rusia de abrir un segundo frente si las cosas se le ponen feas en Ucrania?

Es decir, estaría Rusia dispuesta a provocar un conflicto en algún país de la retaguardia de la OTAN que aliviara la presión bélica que Rusia sufre en el frente del Este.

En tal caso ¿cual de los países miembros de la OTAN sería en más adecuado para provocarle un problema a la OTAN en su retaguardia.

La zona territorial  más a propósito para la apertura de un segundo frente que le crearía un serio problema a la  OTAN sin duda es Cataluña dónde ya hay un caldo de cultivo de conflicto territorial secesionista y de hecho en los últimos años se han dado dos hechos importantes que avalan tal posibilidad.

Uno menos importante pero significativo fueron las declaraciones de un orate en TV3 afirmando que Cataluña, para separarse de España, habría de ponerse bajo la protección y soberanía de China cediéndole a ésta el puerto de Tarragona. Lo dicho, elocubraciones de un orate, si bien hubo gente que le dio pábulo. Quizás como experiencia vital no estaría mal que los secesionistas probaran eso de ponerse bajo protección china cediéndoles a su flota de guerra el puerto de Tarragona, para ello tienen el precedente histórico cuando la cristianísima Francia cedió el puerto de Tolón a la flota otomana de Solimán el Magnífico para perjudicar así a la católica España.

El segundo hecho y más importante en esta dirección fueron las, ciertas o no, conversaciones que se dice tuvieron algunos en Moscú sobre la posibilidad de que Putin enviarse a Barcelona un cuerpo expedicionario de 10.000 soldados, aunque no sabemos si se referían a soldados del ejercito regular rusos o tropas de choque chechenas o mercenarios de la compañía Wagner, esto parece que no quedó claro.

El «prussés» estaba muerto y enterrado y sin embargo Sánchez, o la desconocida potencia, territorial o no, que esté detrás de él, lo ha resucitado.

Para la creación de un segundo frente bastaría que  Rusia reconociera  la independencia de Cataluña y prometiera la supuesta ayuda armamentística que al parecer algunos supuestamente ya fueron a pedir a Moscú.

¿Qué haría entonces la OTAN, intervendría directamente la OTAN en Cataluña?.

Lo más probable es que la OTAN actuase igual que está actuando en Ucrania, obligaría a España a bombardear Barcelona, catalanes y españoles pasaríamos a ser la misma carne de cañón que ahora son los ucranianos.  Los préstamos y la ayuda bélica dejarían a España, como a Ucrania,  endeudada por generaciones  y  Barcelona  y alrededores quedarían más o menos de arrasada como el Donbass.

El resultado final es que España, endeudada, seguiría existiendo, en cuando a Cataluña, también seguiría existiendo, pero reducida a  escombros.

Vamos por buen camino.

Por Antonio

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